La parábola de los burros


Esto es lo que me acaba de contar un «usuario» en el centro en el que trabajo.

– Mira Enrique, esto es lo que yo creo que ha pasado en la economía. Resulta que había un pueblo, que tenía muchos burros y su riqueza se basaba en la posesión de los mismos.

Entonces, un señor, con mucho dinero fue un día y ofreció, a quien le vendiera su burro, un precio algo mayor de lo que realmente valía, pongamos que si el burro valía 200 pesetas, este señor ofreció 250. Evidentemente, muchos vendieron sus burros.

A la semana, el señor volvió, ofreciendo en este caso, 300 pesetas. Evidentemente, otros muchos, que anteriormente no vendieron, los que lo hicieron en esa ocasión.

A los pocos días, volvió el señor, ofreciendo ya 350 pesetas. Como es normal, todos los que quedaban, vendieron sus burros, quedándose ya el pueblo sin ninguno y éste señor con todos, pero con la promesa de que volvería y, como no quedaban, quien le vendiera más, le llegaría a ofrecer 600 euros!

Pasaban los días y el comprador de burros no volvía… pero antes, apareció otro señor, desconocido en el pueblo, que vendía burros a un precio de 450 euros!! Claro, era mucho más del valor inicial, pero muy por debajo de lo había prometido el comprador, así que, los habitantes del pueblo se endeudaron para poder comprar estos burros a 450, con la esperanza de venderlos muy por encima.

No hace falta explicar mucho más de esta parábola, se encontraron con burros pero altamente endeudados, el especulador con todo el dinero y con los prestamistas sin poder cobrar el dinero prestado.

Aquí ha terminado la historia que me ha contado este señor, aunque podeis imagina cómo termina (vía):

  • Los que habían pedido prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar el préstamo.
  • Quienes habían prestado dinero se quejaron al ayuntamiento diciendo que si no cobraban, se arruinarían ellos; entonces no podrían seguir prestando y se arruinaría todo el pueblo.
  • Para que los prestamistas no se arruinaran, el Alcalde, en vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los propios prestamistas. Pero estos, ya cobrada gran parte del dinero, sin embargo,  no perdonaron las deudas a los del pueblo, que siguió igual de endeudado.
  • El Alcalde dilapidó el presupuesto del Ayuntamiento, el cual quedó también endeudado. Entonces pide dinero a otros ayuntamientos; pero estos le dicen que no pueden ayudarle porque, como está en la ruina, no podrán cobrar después lo que le presten.
  • El resultado: Los listos del principio, forrados. Los prestamistas, con sus ganancias  resueltas  y un montón de gente a la que seguirán cobrando lo que les prestaron más los intereses, incluso adueñándose de los ya devaluados burros con los que nunca llegarán a cubrir toda la deuda. Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida. El Ayuntamiento igualmente arruinado. Resultado ¿ final?:
  • Para solucionar todo esto y salvar a todo el pueblo, el Ayuntamiento bajó el sueldo a sus funcionarios.

One thought on “La parábola de los burros

  1. Ahora habrá que encarecer la deuda pública ¿no?

    Hola, Enrique, tengo una foto muy chula que hice en Madrid,(ahora me ha dado por fotografiar pintadas) que ilustraría muy bien esta entrada. Pero tengo el cable de la cámara en el pueblo ¡ay! Ya te la enviaré cuando la tenga, es muy chula

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