En el blog «entrada gratuita» del diario 20minutos.es han publicado un «top ten» de las peores cosas que nos podemos encontrar en un concierto. Son estos:
- Aglomeraciones: vas hasta el quinto pino (si el concierto no es en tu ciudad), pagas una pasta y encima tienes que estar apretujao como sardinas en lata
- La tecnología: el sistema de los mecheros en las baladas ha cambiado, ahora se pueden ver también lucecitas en los conciertos, pero son de los móviles de gente llamando a otra gente para que escuchen un montón de ruidos inaudibles y molestos. Por favor, fabricantes de móviles: mejoren la calidad del sonido, en lugar de tanta mindanguilla de cámara de tropecientos megapixeles, gps o juegazos injugables
- El jirafa o romay de turno: además de lo contado en el punto 1, puede ser que se te ponga delante el tío más alto de la sala. No importa dónde te pongas: te toca siempre.
- Las-os grupis: gente que demuestra incontroladamente su admiración – fanatismo por el grupo o cantante que estéis viendo.
- El borracho: también suele tocar cerca, si no al lado, el tío que provoca que en los conciertos el litro de cerveza cueste 10€, es decir, que hace subir la demanda de alcohol. Y no sólo eso, sino que su comportamiento, además de incontrolable, suele ser bestial y más si cumple el punto anterior. Eso sí, como se sepa las canciones, estás perdido, porque se encarga de cantartelas al oido con toda su capacidad vocal, es decir, a voces
- Los precios: pues lo que decía en el punto 5: en el concierto de Manolo García de Mérida, el litro de cerveza costaba 10€, el bocadillo 6 y así una larga lista de artículos. Y claro, no se podia entrar con comida al recinto. Eso sin contar el merchandising del grupo – artista o precio de la entrada.
- Los de seguridad: los hay de todo, desde el que te para y te registra y pide hasta la partida de nacimiento y el que no te lo pide y te registra entero. También los hay que te dejan pasar sin más, pero son una minoría que algún día descubrirá algún científico de National Geographic o Al filo de lo imposible.
- Los bises: el grupo está una hora tocando, de buenas a primeras dicen que se van, pero no encienden las luces, al minuto vuelve, tocan otro rato y se vuelven a ir y así sucesivamente… todo para que les canten «otra otra» (potra potra,como diría Manuel)
- Los VIPS. Esta etnia social no es exclusiva, bueno, sí es exclusiva pero no está sólo en los conciertos. Son un grupo de gente que ni paga por el concierto, ni paga por las consumiciones, ni sufre aglomeraciones, y tienen, generalmente, los mejores sitios del concierto. Por qué? pues porque son VIPS
- El volumen del sonido: hay que decirles a los técnicos de sonido que porque suene más alto no quiere decir que suene mejor. Hay que invertir más en calidad y menos en cantidad! Hay ocasiones en los que arrastramos durante días tras el concierto, no la resaca, sino un simpático pitido de oidos.
Qué opináis vosotros, queridos lectores? se queda algún punto atrás, habría un top 20?
mear en sitios insospechados porque los baños están petaos.Si, la bebida es cara, encima es garrafón, y te tienes que pegar con la peña para conseguir un mini mientras te pierdes el concierto. Si el grupo que vas a ver canta en inglés, date por jodido, el borracho que se las sabe todas y que no para de cantartelas al oido…NO SABE INGLÉS Y SE LA INVENTA SOBRE LA MARCHA!! Otra cosa horrible es que el vocalista te cuente su vida entre canción y canción (esto es muy de Juan Pardo). Ir a un concierto sin saberte las letras y hacer como que te las sabes, es lo peor, al final te descubren. Si ves que el cantante está mayor y lleva tunica, no estás en un concierto, estás con los del Opus viendo al Papa en el Vaticano (la palabra lo dice: vati- de vata o tunica, y cano- de señor mayor o canoso) También ocurre en iglesias pequeñas, mas intimista todo, a esto se le llama "umplugged". Pero…y ya para acabar, lo peor, lo peor de los conciertos es que como todo lo bueno, al final se acaban.