Mi Quebrantahuesos 2015 (II) – QH 2015

Pues con la tranquilidad de tener mi plaza asegurada para la Quebrantahuesos de 2015, pude planificar la temporada sin problemas. Dedicando un poco más de lo esperado al btt, como ya he dicho en alguna ocasión, pero sin descuidar la carretera. Digo sin descuidar, por mi parte, porque el calendario de 2015 en cuanto a pruebas de carretera ha estado marcado por la coincidencia de fechas con pruebas de btt a las que, casi obligatoriamente, tenía que asistir. Las carreras de julio (Trujillo y Herrera) este año han sido en abril y febrero respectivamente, coincidiendo con la Guzmán el Bueno (de la que no quiero hablar) y la Titán de los Ríos, respectivamente. Siruela con la marcha «Matanza y Pitarra» de mi pueblo, Ribera del Fresno. Sólo he podido ir a una este año, la prueba Classica Beira Baixa de Idanha-a-Nova, en Portugal, a finales de mayo, espectacular, por cierto, con betiales subidas, tramos de adoquines…

Classica Beira Baixa
Classica Beira Baixa

Con esas, nos plantamos, fui con mis antiguos compañeros de la Escuela de Ciclismo de Trujillo, en Sabiñánigo, el viernes a media tarde, con un viaje mucho más tranquilo, sin tener que conducir todo el tiempo (son más de 600 kms) y con tiempo para descansar por la tarde. Entre eso y las buenas sensaciones en las competiciones btt de los meses anteriores, el objetivo de bajar mi marca de años anteriores, se hacía factible.

Como el hotel lo teníamos en Jaca, a unos 15kms de Sabiñánigo, había que madrugar, un poquito más, para llegar a tiempo a la zona de salida. Tengo dorsal naranja (número 1000, por cierto) así que no tenía muchos agobios por pillar un buen puesto. No obstante, no quería llegar tarde, y al ver el atasco en la entrada al pueblo, llegaron los agobios.

Con esas, entramos en el primer cruce que vimos (iba con Jesús, un compañero de grupeta de Cáceres) y allí mismo dejamos la furgo, en Cartirana y salimos en las bicis hasta nuestros cajones de salida.

La carrera en sí, pues todo dentro de lo esperado. Primeros kilómetros a tope, guardándome en los grupos, pero intentando remontar puestos, sobre todo en la bajada a Jaca y los llanos de aproximación al Somport. Allí empecé a tener problemas con el Garmin. Le había metido el track de la QH, pero el satélite, o el mapa o el propio track me fallaba. Todo el rato saliendo lo de «tramo perdido o erróneo» «recalculando ruta»… incluso hubo un momento que se apagó, unos 2 minutos. Menos mal que para este tipo de rutas soy previsor y llevo siempre un cronómetro, aparte, con el tiempo real de carrera.

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Siguiendo el recorrido, la subida a Somport muy cómodo, sin pasarme de rosca, pero remontando puestos, pudiendo hablar con la gente, el barcelonés de Don Benito, Domingo Piñero, otro chaval con el que bromeamos sobre lo que quedaba… Incluso poder ver, no muy lejos, cómo se escapaba Miguel Indurain de la parte delantera del pelotón.
Antes de coronar, pillo un periódico, me lo pongo y comienza la bajada, primero muy técnica y luego de rodar y rodar. Intento meterme en un pelotón y lo consigo sin problemas. Un grupo muy numeroso que nos lleva, a buen ritmo hasta las primeras rampas del Marie Blanque, donde por guardarme, de manera muy rara, las gafas, se me caen y las pierdo. Adios Bollé Spider. Y es que esa es una de las características de estas marchas tan numerosas, la cantidad de objetos que se ven en la carretera. Más allá de los típicos envoltorios de barritas y geles, los periódicos, se ven bombar de inflar, chubasqueros, gafas, botes de agua…

La subida la hice bastante cómodo, con poca gente a mi lado, lo que me permitió rodar a mi ritmo. De hecho, viendo después el Strava, le he ganado más de un minuto con respecto a 2013, la última vez que pasé por allí (esta era mi 5ª Quebrantahuesos). Después de coronar a ritmo del mítico gaitero y saludar a la cámara, me tomé la bajada mucho más tranquilo que dos años atrás, donde casi provoco un accidente al frenar bruscamente en una curva de herradura.


Después de la bajada, el tramo de falsos llanos, con aire a favor, camino de Laruns, localidad de inicio del siguiente puerto, Pourtalet. Allí ya se empieza a ver quien quiere hacer buen tiempo y quien quiere que la gente le lleve en brazos. Algo que nunca entenderé y del que soy un enemigo acérrimo.

Bajando el MB
Bajando el MB

Así que viendo que en nuestro grupo sólo tirábamos tres o cuatro (seríamos unos 50 o más), doy un relevo muy fuerte y me marcho solo por delante. Me alcanzan los otros que también relevaban y formamos otro pequeño grupo de 5-6 que nos sirve para ir pillando más gente.

Los primeros kms de subida, a buen ritmo, los cambios de pendiente los llevo bien, pero solo al principio, porque llegando a la presa de Artouste me viene el del mazo a verme. Había parado a recargar agua y me estaba encontrando bien pero el ansia por hacer buen tiempo, los nervios por los errores en el garmin y tratar de tirar más de lo debido me estaban llevando a perder más y más posiciones. A esas alturas ya había quitado la opción de seguir track en el GPS y mi intención, a partir de entonces, fue la de comer, beber y llevar un ritmo que me permitiera recuperar. Eso, con 135kms y en plena subida de un puerto de 30kms se hace complicado.
Pero oye, me fui entonando, pude aumentar un poco mi ritmo y, al menos, paré la sangría de puestos de los minutos anteriores. No solo eso, sino que alguna posición fui recuperando en la parte final.

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En solitario en Portalet

En esas coronamos Portalet y para abajo a toda velocidad, tanta velocidad como 85kms/h de máxima. Primero por carreteras lisas y rectas, luego por el peligrosísimo, e innecesario, desvío a la estación de esquí de Candanchú (grietas en el suelo, piedras, mal asfalto…) eso a 60-70 por hora es una temeridad y algún día va a pasar algo grave.

Mi intención era bajar tranquilo y sin muchos problemas y, sobre todo, a mi ritmo. Llevo un 50 de plato, así que tampoco puedo cebarme mucho con la gente ni llevar el ritmo de otros.

Aún así, en el desvío a la Hoz de Jaca pude acoplarme a un grupo con el que hice buena parte de la subida, aunque no creo que fueran siempre los mismos. De hecho, ahí, al principio de la Hoz, me pasó Rafa Vargas (Art&Salud) que me saludó y al que no pude seguir (Qué ritmo llevabas!) Paro arriba en el avituallamiento, para cargar agua y un poco de isotónico, sin llenar los botes porque ya quedaba poco y tenía suficiente.

Mejor cara de lo que parece en Hoz
Mejor cara de lo que parece en Hoz

Bajada muy técnica, las más complicada de todo el recorrido y salida, de nuevo, a la carretera general que nos llevaba a Sabiñánigo, que comienzo en solitario hasta que un grupo me alcanza. Todavía son bajadas rápidas, y las procuro hacer por mí  mismo, pero me doy cuenta que en ese grupo estaba tirando Juan Andrés y Fernando Navas, del equipo de Trujillo y con quienes estaba haciendo el viaje del fin de semana.

Cambio el chip y me acoplo al grupo. Primero a rueda para recuperar fuerzas y, poco después, al ver que la gente no colaboraba (estaban ellos dos y alguno más de unos 20 ciclistas), intento colaborar con algún relevo, sobre todo viendo que teníamos a otro pelotón, por delante, no muy lejos. Misión que se hizo posible porque ellos ya venían también bastante tostados. Estaban haciendo una gran Quebrantahuesos. Me habían alcanzado habiendo salido 20 minutos después y yo no iba todo los bien que me gustaría, pero iba en tiempo de mejorar mi marca.

En esas llega el desvío a Cartirana por la carretera del Hotel la Pardina. Una pequeña subida, de unos 500m donde no pude seguir el ritmo de los de delante. No obstante, el grupo era numeroso y la estela del mismo me llevó hasta la meta, finalmente, con un tiempo de 6h48m. Sólo 1 minuto mejor que mi tiempo de 2013. Cuando iniciamos Portalet lleva una idea de hacer sobre 6h35 o menos y, viendo lo que pasó después, puedo estar contento de haber rebajado ese minutillo. Contento con el tiempo y agradecido a Juan Andrés y Fernando por darme esa motivación extra para aguantar y sacrificarme un poquito más en la parte final.

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Es curioso lo que puede cambiar un QH de una edición a otra, tanto por la propia marcha de la marcha, valga la redundancia, como en las sensaciones personales. En 2013 hice una carrera de menos a más y en 2015 de más a menos y, sin embargo, viendo los datos de Strava, fue al revés, tengo mejores tiempos en la parte final, en Marie Blanque, Portalet, Hoz y los llanos y bajadas.

A partir de ahora, aparte de dejar un poco de lado la QH por unos años, al menos tengo decidido no inscribirme para 2016, me toca volver a centrarme en nuevos objetivos para este mismo año. El primero ya pronto, el fin de semana del 18-19 de julio, con el doblete Gran Premio Canal de Castilla y Titán Valle del Alagón Hurdes que afrontaré con unas pequeñas molestias por una caída mientras entrenaba en btt, el día 27 de junio. Más allá de eso, en septiembre, la última prueba del Titán Xtrem Tour, la Tajo Internacional y la Nor3Xtrem, de carretera en Hervás, que el año pasado fue en mayo y este 2015 ha tenido que cambiar de fecha.

De cualquier manera, nos vemos sobre la bici!